supongo que tengo que entender que dejaste de amarme. que no fui el amor de tu vida, quizás si el primer amor, pero ya no me decís más que soy el amor de tu vida. y yo todavía siento que vos sí sos el mío.
supongo que tengo que entender que las cosas se terminan, y eso que siempre lo supe. nunca me sorprendió el fin de nada, ni siquiera la muerte atravesando mí familia de golpe, yo sabía que las cosas se terminaban. nada es para siempre.
pero cuando nos besamos por primera vez, creí que podía vivir en ese minuto eternamente. y todo lo que sabía sobre el fin de las cosas y la lógica, se esfumó.
entonces creí que duraría por siempre, que saldríamos adelante, vida juntos, auto, casa, hijos, perros, juntos hasta en la muerte.
yo creí todo eso porque con tus besos el tiempo se detenía, y para mí hacía dos días había sido 31 de octubre del 2021 y nos habíamos besado por primera vez. aunque habían pasado años, yo sentía que habían pasado sólo dos días.
pero un día te levantaste y ya no me amabas
o te levantaste y me amabas menos
o te levantaste y te diste cuenta que querías algo distinto
o te levantaste y no sentías lo mismo
o te levantaste y querías experimentar, curtirte, y vivir tu vida
un día te levantaste y supiste que no estaba en mí lo que querías y que tenías que salir fuera a buscarlo
no eran las 4 paredes de mí habitación
y yo había dejado de ser tu hogar
un día te levantaste y te sentiste así - bueno, supongo, porque nunca me quedó demasiado claro nada - y ese mismo día, te fuiste a acostar. conmigo.
y yo dormí en tu pecho, creyendo que los dos estábamos detenidos en el 31 de octubre del 2021. pero para vos ya habían pasado años.
seguro esa noche te pregunté si me amabas, y me dijiste que si. seguro pregunté si era el amor de tu vida, y dijiste que si. seguro pregunté si te querías alejar de mí, y me dijiste que no.
y al próximo día te levantaste, y las cosas seguían igual que ayer
los sentimientos que ayer no estaban, no habían vuelto.
y ese día te fuiste a dormir, conmigo. y me dijiste que me amabas, que era el amor de tu vida, que querías pasar la vida conmigo, o lo que sea. porque si hay algo que nunca faltó entre nosotros fueron palabras, vos me decías todo lo que yo amaba oír, y yo lo creía, porque tu palabra era sagrada.
y al próximo día te levantaste
y las cosas seguían igual
y ese día te acostaste, conmigo. y yo dormí en tu pecho, y me sentí amada, ciega y tonta, amada aún cuando ya no me amaban. y no lo supe ver.
no me lo esperé.
y todos los días te levantabas, sabías que algo estaba mal, y te acostabas conmigo. y para mí estabas cansado, pasado, con muchas responsabilidades, agotado, pero nunca desenamorado.
porque si no me amaras, si no quisieras luchar por este amor, ¿por qué seguirías despertando todos los días a mí lado?
¿por qué seguirías llenándome de palabras bellas? ¿de ilusiones?
un día me desperté y no estabas, me fui a trabajar y cuando volví ya no vivías conmigo. no hubo despedida. y yo me convencí, me convencí de que no te pasaba nada, de que necesitabas tiempo para estar mejor.
porque creía que los dos nos habíamos quedado en el mismo momento. y no era así.
y qué idiota por creer que sería así, no? si te vi crecer, cambiar, mejorar, de la persona del 31 de octubre del 2021 no quedaba nada. pero yo me convencía de que si, entonces no supe ver que tus ojos no miraban igual, que tus abrazos ya no eran los mismos, y que tus palabras eran sólo aquello que quería escuchar y no lo que sentías.
y luché, porque creí que se trataba de mí mente autoboicoteandose, de mis inseguridades. pero nunca se trató de eso.
luché tanto en contra de la corriente intentando convencerme de que todo estaba bien cuando era tan obvio que no, pero preferí creer en tu palabra por encima de mis sentimientos. y nunca más me voy a traicionar de esa manera.
simplemente, a veces el amor se va. aunque yo siga enamorada, aunque yo todavía te ame. aunque yo haya esperado un cambio, que te des cuenta, que te arrepientas, o que vuelvas a mí.
ya está, se terminó. y está bien.
porque fuiste un amor tan grande que hasta me convenciste de la eternidad, aunque siempre supe que no existía. en algún momento pensé que nosotros, dos enamorados, podíamos ser más que lo humano de nuestras prácticas.
alguna vez creí que el amor sería suficiente.
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