cómo se comieron el amague (ahora si me voy en serio)

yo sabía que ibas a ser vos, no cabía duda. ibas a arruinarme la cabeza, porque un amor tan grande, que nos sobrepasaba hasta a nosotros, era imposible de contenerse en algo tan pequeño como vos.
siempre supe que ibas a ser vos la persona por la cual iba a querer no levantarme de la cama nunca más, la persona que me iba a hacer dudar de todas mis capacidades, siempre lo supe. 
todo eso, por lo que fui re loca, por lo que fui re insegura, todas esas cosas que me jurabas nunca hacer mirándome a los ojos, tus ojos que me hacían creer cualquier cosa que saliera de tu boca, que apaciguaban todo dolor, que me hicieron sentir que existía solo porque alguna vez se voltearon a verme, todo aquello que con tus ojos negabas alguna vez hacerme, hoy se convirtió en tu realidad. todo eso que jamás iba a pasar, está pasando.
y yo no tengo que escribirte más, no corresponde. ahora hay otra persona de la cual debes ser inspiración, las poesías completas del amor que causas corresponden a una nueva autora, y no más a mí. 
yo debo olvidarme que alguna vez te tuve entre mis brazos, que alguna vez supe acariciarte, que alguna vez me besaste y prometiste nunca dejarme; debo olvidarme todo lo que fuimos, porque es estupido e irrespetuoso esperar que en algún lugar de tu corazón tengas espacio aún para mí. 
es idiota, porque sé que ya no existo para vos, e irrespetuoso porque sé que alguien más llena tu corazón. 
si hay algo que alguna vez temí, es esto que está pasando, por ende comprendo, nada nunca podría matarme, si no me mataste vos. pero todavía no puedo confirmar que no me mataste, debo esperar a ver si alguno de estos días puedo levantarme de la cama o si puedo ver el sol sin odiarlo por seguir saliendo aún en la cúspide de la desgracia. 
quizás el sol sea tu amigo, y sale ahora porque vos estás feliz. 

conmigo no eras, eso me dijiste, no eras vos. no sé quién eras, no sé quién fuiste, no sé de quién me enamoré ni tampoco porqué lo hice, de todo lo que eras (o no eras) jamás hubiese esperado lo que fuiste, un traidor. 
un traidor a la patria. 
a la patria que nos habíamos inventado, al hogar que habíamos construido (nuestros brazos), a los besos que habíamos jurado faltaban dar, al tiempo que prometimos terminaría en lo positivo, un posible reencuentro. pero vos decís que no, que yo flashee, y no es así. 
yo flashee muchas veces, cuando creí que podías ser lo que necesitaba, cuando deposité en vos mí confianza, cuando juré que decías la verdad, pero no fallé cuando leí los mensajes que vos mismo escribiste. 

las imágenes más desagradables recorren mí cabeza y se convierten en insomnio, tus manos tocándola, tus besos depositados en otras mejillas, tus labios, tus dulces palabras, las mentiras, tu risa como respuesta a algo que haya dicho, tu compañía. son cosas que no puedo sacar de mí cabeza, que no puedo comprender que no tengo, porque todavía no caigo en que no te voy a ver más, que nunca más vamos a ser lo que fuimos.
 
no podría confiar en vos nunca jamás, de hecho, nunca más te voy a escribir porque no podría confiar en que no vas a reírte con ella del papel lamentable que hago dedicándote unas palabras.

 
quizás querías que te odie, por eso no me dijiste nada, por eso me enteré por una foto, por eso no tuviste siquiera la valentía de acercarte a consolar el dolor más grande de mí vida que fue el que causaste. quizás querés que te odie, que sea agresiva, que mande cualquiera, que me humille, y por eso decís que tenés miedo, que no querés que dañe a nadie, pero yo jamás haría eso. no te odio, y no quiero darte ni una razón para que creas que lo que hiciste tuvo sentido. 
 
pienso si te ama, si te cuida, si vos sabrás de ella las cosas que a mí me contaron, si sabrás dónde te metes, si estarás bien. ya no es asunto mío, vos elegiste. 
en tres semanas elegiste.
yo esperé cuatro años que me elijas, y con ella bastaron 3 semanas. debe ser increíble. 
pero yo también lo fui, fui con vos lo que con nadie, y aunque no haya sido suficiente, ¿era este el final que merecía? 

no te amo, nunca más en la vida podría amarte. y eso me lastima, porque hiciste que deje de amarte, y yo te amaba mucho, y mí amor por vos lo había construido sola, vos no habías puesto nada para que te ame, y era mío, y ahora no es de nadie, porque no existe. porque lo destruiste. 
nunca no me voy a preocupar por vos, lamentablemente. la gente quiere que tire tus cosas, que las queme, que las rompa, yo quiero que lleguen a su dueño y poder hacer mí vida tranquila. 

vos, tomas, fuiste el amor más grande de toda mí vida, y estoy tan agradecida de esto que hiciste, porque era la única forma de dejar de amarte, y ahora sé que nunca más en mí vida, voy a amar a alguien así. nunca más. nunca más voy a dar más de lo que me dan ni apostar en lugares donde no hay cambios, porque conmigo no podías, cuando en realidad no querías. 

hoy me pesa el alma, siento que no hay luz, me apagaste por completo. no hablo, no como, no me río. 
hoy la vida me parece la peor porquería de todas y maldigo el momento donde abrí mí corazón. 
pero mañana, mañana voy a estar mejor, porque superé cosas peores; porque tengo gente que me acompaña, y porque que vos me hayas dejado de amar, solo significa que en algún lugar del mundo, todavía, existe un amor para mí, a mí medida. y va a llegar, y ese día voy a agradecer que me hayas escupido de tu vida porque tomas, yo era tan leal, que no me hubiese ido nunca.

como dije al principio, desde el primer momento que te vi, supe que eras vos. el más grande de mis amores y el peor de mis dolores. pensé que iba a ser todo menos brusco, aposté y confié más de lo que debía, pero siempre lo supe. 

lo único que me pregunto es ¿reír será un lujo que olvides cuando me hayas olvidado? 

nadie nunca, nunca, me va a lastimar tanto de vuelta, y está bien, vos tuviste ese poder. podrías haber hecho cosas increíbles con mí fragilidad, pero decidiste romperme en mil pedazos. 
yo te prometo que el asco que siento al pensar que tocas su cuerpo ya me está borrando el sabor de tus besos. me voy a olvidar, de todo. y algún día sólo me quedara dentro esa sensación de angustia, cuando alguien hable de algo que a vos te gustaba, o cuando me hagan reír como vos hacías, no sabré de dónde vendrá la angustia, y me preguntaré si habrá sido en otra vida que amé a alguien.
y me responderé, si. parece que fue otra vida, porque a esas dos personas que se amaron, ya no las conozco. 

la costumbre me quiere obligar a despedirme con un te amo, pero ya nada de mí amor te corresponde ni nada del tuyo me corresponde a mí.

Comentarios