hay un cuerpo desnudo

hay un cuerpo desnudo sentado sobre una silla en una habitación vacía 
y soy yo 
hay un cuerpo desnudo - por desnudo, quiero decir - un cuerpo vacío de sentidos y significado, en la quietud, esperando que lo signifiques.
estoy sentada porque te estoy esperando, me traje una silla para ponerme cómoda hasta que atravieses esa puerta 
la habitación está vacía porque no quiero que nada ocupe un espacio que quizás, tal vez, en el futuro, cuando pases la puerta, si es que la pasas, quieras ocupar vos; no quisiera que te sientas desplazado.

si quisiera disociar mi cuerpo y que resignifiques cada una de sus partes; para qué sirven mis pies si no es para rozar los tuyos por debajo de la manta, para qué están mis piernas si no es para enrollarse con las tuyas, qué hago con mi cadera si no es esperar que la tomes con tus manos, dónde pongo mis manos si no es en tu rostro, qué hago con mis ojos más que apreciar tu belleza o para qué sirve el sonido de mi risa si no es que como una respuesta a alguna de tus ocurrencias, qué hago con lo que sé de música más que debatir con vos o dónde dejo mi pelo, mientras espero, tranquila, sentada, que vuelvas a acariciarlo? ¿para qué existe mi memoria si no es para atesorar tu lucidez?

antes me la pasaba pegada a la puerta porque sentía que en cualquier momento podías llegar, ahora estoy lejos  y cada día la silla se mueve más atrás, haciendo gigante la habitación.
ya le estoy quedando chica. 
si te preguntas porqué no atravieso la puerta y me voy de una vez; no lo sé, simplemente afuera todo está repleto y yo, tan vacía, prefiero aguardar que me llenes. afuera vos lo sos todo; el sol que sale, las nubes que se esconden, la gente apurada, la gente tranquila, la música linda o la música de ascensor, yo en todo te encuentro y te significo. 
y cuando te veo, siento que vos estás extasiado de significados, como un arcoíris pero de sentidos; y yo no.
no termino de descifrar porqué, quizás vos significas demasiado y yo poco y nada. 

no sé qué día será ese en el que te deje de escribir, en que deje de nombrarte, o de llenar los espacios con tu recuerdo, pero tal vez llegue antes de lo esperado.
a esta altura, cualquier cosa que pase por esa puerta que me encierra entre cuatro paredes la tomaré como señal divina.

quizás haya un día en que mire atrás y te recuerde como lo que verdaderamente significaste: mi mayor aprendizaje. cómo podría haber entendido yo, sin vos, cuánto soy capaz de amar. 

hay un cuerpo desnudo sentado sobre una silla
más cansado 
un cuerpo que te explicó cómo quema el frio a viva piel, pero que expusiste igual a la helada
un cuerpo que se hizo palabra para mediar con vos
que te dijo cómo vestirlo, cómo abrigarlo, cómo tocarlo 
un cuerpo que cual julio cortazar con sus infinitos instructivos te detalló
- cómo no dañarlo - 

hay un cuerpo que quizás
un día deje de ser puro cuerpo
para volverse mente y comprender
- no se puede hacer por los demás, más de lo que ellos hacen -

¿cómo no accionar no va a ser respuesta suficiente?




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