liam neeson

te quiero escribir algo que resuma un poco todo. y no sé bien por dónde empezar.

una cosa no quita la otra, decís. yo te quiero a vos sola, pero estoy con otras; porque una cosa no quita la otra. te dije que nos íbamos a ver y al final no, pero te quiero ver, porque una cosa no quita la otra. 

yo no te lo digo, pero no podés esperar que dos cosas en puntas totalmente distintas coexistan; una cosa, quita la otra. 

la gente habla. que el amor es así, y no tan asá, que los hombres, que lo tóxico, que lo sano, que si te querés, que si no, que dejes ir. todo el mundo sabe tanto de vos que desconozco lo que veo a través tuyo. 

mi mamá insiste: jazmín, no podés permitir que te saque de tu eje. no puedo evitar pensar que estos discursos que todos ponen sobre mi son reproches hacia si mismos. ¿sacarme de mi eje? nunca podrías. 

yo no sé mucho de vos, y vos tampoco de mi. si sé que estás lejos de entrar en ese estereotipo de EL INDICADO. que no te voy a dejar pasar y que, mucho menos, podrías ser capaz de destruirme. 

pero la gente intenta cuidarme. aunque, justo de vos, no deberían. porque sos un espejo, y todas las veces que te lloré, terminé por darme cuenta que lloraba a otros que estuvieron antes, que vos solo repetías cómo me hicieron sentir. 

me decís que no llore. todos me dicen que no llore. pero si no lo hago, por dónde te saco. 

si no lo hiciera te estancarías en mi corazón, y no te irías jamás. ahí si, estaría dándote más lugar del que seguro mereces. 

hay gente para la cual llorar es la gran cosa. 

yo una vez lloré de la nada, solo porque recordé que en algún momento liam neeson iba a morir. 

así que, ojalá mi mamá no se preocupe si te lloro, pues debería entender, entonces, que estás en el lugar que perteneces: al lado de la futura muerte de liam neeson. 

preocupense cuando no llore.