hoy escuché sin bandera después de mucho tiempo (?)

y recordé que cuando era peque esos temas me recordaban a un pibe que me había gustado, los sentía un montón; ni siquiera era mi estilo de música, pero lo sentía

es parte de envolverse en ese mundo tan poco identificativo: encontrás a los demás en lugares que no te representan para nada. quizá por eso es más fácil dejarlos ir. 

no como ahora, que encuentro en mis canciones favoritas guiños sobre la existencia de gente que creo, de a ratos, no puedo dejar de querer. eso es lo peor: te encuentro y me encuentro en los mismos lugares, y no sé a quién echar. 

de chica se corría la bola de que no había que dedicar temas de seres celestiales nivel spinetta

mi consejo: dediquen lo que quieran, si querés a alguien, cualquier canción va a ser una buena excusa para traerlo de vuelta. 

Comentarios