por suerte sé irme más o menos a tiempo de lo que me hace mal
en cierto punto peco de tibia, no necesitas mucho para que me vaya
sea como sea, lo voy a hacer
me di cuenta de un montón de cosas muy obvias
siempre que formo así como nuevas relaciones saco reflexiones obvias de mí fracaso
que loco es irse sin irse
cuántas veces te pedí que insistieras para que me quede mientras te decía chau para siempre.
el para siempre más corto y charlado de la historia.
quería que me pidieras, bueno, quiero que me pidas por favor que no me vaya, busco creer que algún espacio de algún ser (vos) aguarda solo y especialmente para mí.
acá pertenezco, acá me quedo.
donde no hay adioses ni soledad.
¿dónde?
al final irse era más fácil de lo que parecía, bastaba con dejar de escribirse, empezar a desconocerse.
dolía más estar ahí, donde sobraba en cada uno de tus rincones.
era tan simple como nunca más volver a mandar un mensaje. parece obvio, parece lógico, pero no, cada uno tiene sus tiempos y un margen de error mental que te permitió hacerme mal una, dos, tres veces, a la cuarta me defendí, no dije adiós, lo hice.
un día tu cerebro hace click.
como en las enfermedades, los trastornos.
me acuerdo que de chica, no comía, estaba bastante enferma, pasé meses yendo a especialistas, no era que no quería, no podía. algo adentro mío no me dejaba (is this, pulsión de muerte?) un día mí cerebro hizo click, no quedaba más margen de error. lo próximo era irse.
digo, ninguna recuperación es mágica ni fácil, pero es la consecuencia, positiva, de cuánto tuvimos que dejarnos estar para re-valorarnos.
no sos una enfermedad ni tampoco soy yo una adolescente de 14 años, pero sos un click. un precedente. algo. con vos lo próximo era perderse.
sos absurdo, porque no tenes una forma, sino muchas. tantas caras pasan por mi mente.
ahora les re-hice en esto. quédense acá.
yo no digo más adiós, no espero más nada.
no pertenezco a ningún lugar
y sé que nadie pertenece a nadie, no es que viva en 1940
solamente me hacía ilusión decepcionarme
y no resignarme
pero estoy segura que hay cosas peores en la historia de la humanidad
en cierto punto peco de tibia, no necesitas mucho para que me vaya
sea como sea, lo voy a hacer
me di cuenta de un montón de cosas muy obvias
siempre que formo así como nuevas relaciones saco reflexiones obvias de mí fracaso
que loco es irse sin irse
cuántas veces te pedí que insistieras para que me quede mientras te decía chau para siempre.
el para siempre más corto y charlado de la historia.
quería que me pidieras, bueno, quiero que me pidas por favor que no me vaya, busco creer que algún espacio de algún ser (vos) aguarda solo y especialmente para mí.
acá pertenezco, acá me quedo.
donde no hay adioses ni soledad.
¿dónde?
al final irse era más fácil de lo que parecía, bastaba con dejar de escribirse, empezar a desconocerse.
dolía más estar ahí, donde sobraba en cada uno de tus rincones.
era tan simple como nunca más volver a mandar un mensaje. parece obvio, parece lógico, pero no, cada uno tiene sus tiempos y un margen de error mental que te permitió hacerme mal una, dos, tres veces, a la cuarta me defendí, no dije adiós, lo hice.
un día tu cerebro hace click.
como en las enfermedades, los trastornos.
me acuerdo que de chica, no comía, estaba bastante enferma, pasé meses yendo a especialistas, no era que no quería, no podía. algo adentro mío no me dejaba (is this, pulsión de muerte?) un día mí cerebro hizo click, no quedaba más margen de error. lo próximo era irse.
digo, ninguna recuperación es mágica ni fácil, pero es la consecuencia, positiva, de cuánto tuvimos que dejarnos estar para re-valorarnos.
no sos una enfermedad ni tampoco soy yo una adolescente de 14 años, pero sos un click. un precedente. algo. con vos lo próximo era perderse.
sos absurdo, porque no tenes una forma, sino muchas. tantas caras pasan por mi mente.
ahora les re-hice en esto. quédense acá.
yo no digo más adiós, no espero más nada.
no pertenezco a ningún lugar
y sé que nadie pertenece a nadie, no es que viva en 1940
solamente me hacía ilusión decepcionarme
y no resignarme
pero estoy segura que hay cosas peores en la historia de la humanidad
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