No me importa si fueron 30mil, dos o tres. Me importa que fueron.
Que existieron, que quisieron y que, de golpe, no estuvieron.
¿Qué me importa lo que hicieron? no hay excusa para accionar así de parte de quienes dicen protegernos, quienes dicen llevarnos adelante.
Me importa que vuelvan, los 30mil, los dos o los tres, que vuelvan los unidos por sangre a los que alejaron, que les den oportunidad, de querer, de ser queridos, de tener dónde llorar.
Quizá si se dejara de poner el foco de atención en la cifra la consciencia nos permitiría la certeza de saber que nunca más el terrorismo de estado marcará nuestra historia. Nos queda mucho camino por recorrer, mucho por aprender. Hoy estamos más despiertos y levantamos a los caídos así como gritamos por los que ya no tienen voz. Ojalá a nadie más le quiten la libertad.
El individualismo, en casos que nos afectan como el sistema social que somos, mata. Que falte uno, me parece suficiente.
Que existieron, que quisieron y que, de golpe, no estuvieron.
¿Qué me importa lo que hicieron? no hay excusa para accionar así de parte de quienes dicen protegernos, quienes dicen llevarnos adelante.
Me importa que vuelvan, los 30mil, los dos o los tres, que vuelvan los unidos por sangre a los que alejaron, que les den oportunidad, de querer, de ser queridos, de tener dónde llorar.
Quizá si se dejara de poner el foco de atención en la cifra la consciencia nos permitiría la certeza de saber que nunca más el terrorismo de estado marcará nuestra historia. Nos queda mucho camino por recorrer, mucho por aprender. Hoy estamos más despiertos y levantamos a los caídos así como gritamos por los que ya no tienen voz. Ojalá a nadie más le quiten la libertad.
El individualismo, en casos que nos afectan como el sistema social que somos, mata. Que falte uno, me parece suficiente.
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