siempre la segunda

Si tuviera que pedirte algo, con todo el cariño que te tengo, sería que jamás me elijas a mi. No quiero ser tu elección porque conlleva ser tu ideal. Quiero que me sientas y no puedas evitarme, ser lo que fluye natural.
Entonces elegila a ella porque quizá puede abrazarte cuando tenés ganas y cuando ella no. Yo no podría, mi calor físico llega cuando yo quiero, y no puedo quitar ese egoísmo de mi, así que, quizá por eso, no deberías elegirme.
Elegila a ella porque ya la conocés y no te va a agarrar por sorpresa su indiferencia, porque entendés que no es así.
Elegila a ella total ya te acostumbraste a las innumerables escenas de celos sin razón. Es lo cotidiano.
Elegila a ella sabiendo que entonces elegís hablarme a las escondidas y destratarme si está enfrente.
Elegila porque sabés que sin ese amor que se dan es capaz de enloquecer y hacer cualquiera. Elegila por el miedo y por la costumbre. Y estas tan arraigado a eso que me aterra que me elijas, porque quizá de golpe el miedo y la costumbre se convertiría en mi.
Elegila sin razón y déjanos a todos sin entender porqué, nadie llega a comprender qué te atrae de algo tan tóxico, no vemos lo bueno, quizá vos si.
Elegila aunque te aleje y no te permita querer un poquito a nadie más, aunque le tiemble la razón si te ve con otra, porque cree que es menos. Elegila aunque sepas que eso vos no lo podés cambiar.
Elegila y elegí entonces no reír de nuevo sin ella
ni que nadie te quiera sinceramente
ni un texto gigante sobre lo bello que sos y como brillan tus dientes
porque estás eligiendo eso también
nunca más tocar otro pelo
ni abrazar con ganas.

Elegí. Y sé que no tenés dudas, que sabes dónde querés quedarte. Que ya elegiste.
Aunque el odio me carcoma y quiera que despiertes a las patadas. Ni nos vimos.

Igual yo les pegaria un par de patadas a los dos realmente están muy mal chicos pero el amor adolescente es así de rancio. Besos.