tomas

tomas 
5 letras 
cuando era chica decía que mi primer novio se iba a llamar tomas

hay dos cosas que hoy suenan lejanas: la infancia y tu nombre. 
nombrarte y ser niña emanan exactamente la misma sensación, pero ya no te nombro. 

me parece hasta loco hacerlo, en realidad, no hacerlo, cuando antes lo hacía tan a menudo.
te nombraba con una sonrisa, a veces con enojo, hasta con placer. 

antes te nombraba porque estabas, pero ahora no estás. inclusive si me hablas, tampoco te siento. 
te cambié el nombre, lo hice diminutivo, cambié letras de lugar y hasta te bautice rey de un pueblo que nació, exactamente, de nombrarte, de buscar con ternura identificarte, porque eso significabas para mi. 

a veces siento que me voy a morir del dolor, no sé si me duele más verme tan rota o pensarte roto a vos y no poder ni abrazarte. hace frío hasta sumidos en los 35grados de mar del plata. 

cuando me hablas, nunca me decís lo que quiero leer, que vos sabés qué es. obvio es que inventaste una máquina del tiempo que permite que vayamos al pasado y cambiemos el curso de las cosas que hoy nos trajeron hasta acá.
pero no sé si vos lo querrías cambiar, siento que siempre estuvimos donde vos quisiste que estemos. 

no hay reproches. 
ya no te nombro, o si lo hago, pero no como antes; antes, cuando te nombraba, sentía que te llamaba, que ibas a escucharme (probablemente porque estabas siempre conmigo) y venir. ahora te nombro y no te espero, como un nombre al azar, en mi inconsciente, sé lo que hay detrás de tu nombre, sé quien sos (o creo saberlo), sin embargo sonas más a esa ilusión de niña pequeña que sabe que ese nombre va a significar algo importante, pero se olvidó lo que es.
pasan los días y el dolor sigue, pero va apaciguandose. no quería escribirte por demás para que no me leas y creas que estoy obsesionada con vos, pero ya no me importa. 
quiero escribirte hasta sacarte de mi, dejar en papel (virtual) todo lo que fuimos, aquello que ya no seremos, y sé que es ésta mi terapia. 
sé que un día nombrarte no traerá siquiera nostalgia, aunque este lejos de aquello. 

no sé dónde estás y suelo sentir que abandonaste hasta tu propio cuerpo, pero mientra exististe, de la forma que te quería, me hiciste feliz.
hoy me toca enfrentar todo lo que hacia con vos, sola. me cuesta creer que en estas salidas y llegadas, que en la enfermedad o en el cansancio, alguna vez haya habido alguien acompañandome.  
sos un recuerdo divino. 

Comentarios