querido tomas

quisiera mandarte esto que escribo pero creo que me pasaría en pesada. fantaseo con que tal vez, alguna vez, abriste mi compu y viste este blog; sabes de su existencia, y tenés dónde encontrarme. 

no sé si será así pero ojalá, porque quisiera que leas esto.

vos me decís que no querés que te odie; pero estoy tan repleta de amor hacia vos que eso es literalmente imposible. siempre lo fue. desde que te conocí busqué y enumeré razones para odiarte pero no pude adentrarme en ninguna, porque las razones para amarte fueron muchisimas más. 

estoy enojada pero no sé con quién, intento no verme al espejo por miedo a darme cuenta que es conmigo misma: me obligué a despedirme de la persona que más amé en mi vida. y eso, en la vida de la soñadora romantica criada a base de cris morena que soy, es peor que la muerte.

haberte tenido y tener que soltarte, porque me despedazaba amarte, fue la peor pesadilla de todas. es irónico, porque yo siempre te decía que vos eras mi sueño, te acordás? y ahora me siento en una pesadilla.

me gustaría que una razón mayor se hubiese interpuesto entre nosotros, o, de última, que el amor muriese; pero no, somos dueños de nuestras decisiones y son ellas las que nos trajeron a este punto final.

igual, digo punto final pero siempre voy a estar esperando que, con tu delicadeza, agregues dos más y sean puntos suspensivos, sabés?

me siento egoista porque quiero que te vaya bien pero se me abre el corazón de tan solo pensar en no estar cuando te esté yendo bien. yo quiero estar siempre, siempre quise estar siempre. 

ahora solo espero que haya alcanzado, haberte abrazado lo suficiente como para que en aquellos momentos donde necesites un abrazo y no esté puedas seguir sintiendo el calor de mi cuerpo, haberte besado lo suficiente como para que la soledad no te ataque por las noches y todavía sientas mi aliento cerca; o haberte acariciado el pelo lo suficiente como para que siempre te sientas protegido o simplemente haberte cuidado la suficiente para que nunca enfemes.

en realidad, no sé si vos  estarás sufriendo tanto tanto como yo; y creo que te abracé fuerte para que a mi me quede tu perfume impregnado, que te besé tanto como para que me alcance para pasar el resto de mis días sin tener que posar mis labios sobre nadie más. quizás vos no me necesitabas tanto, pero yo siento que nunca voy a dejar de necesitarte.


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