pienso en un cuerpo. pienso en hacer tu cuerpo de 0, con mi mente. cómo
le explicaría tu existencia superficial a una persona que no puede ver.
imagino un cuerpo, que no se detiene en la morfología lógica ni lineal
de los cuerpos que vemos, día a día, desde nuestro privilegio visual.
curvas que empiezan sin saber dónde terminan, huecos grandes y lineas
largas que nunca me detuve a pensar si no hasta este momento, porque la
vista deja de lado tantas cosas. el tacto. un cuerpo que se identifique
con lo rugoso de tu piel en invierno y la suavidad de aquella en verano.
un cuerpo que te identifique como una brisa fresca que producen los
arboles ante esas máximas de calor que tanto me bajan la presión o como
el rayo de sol que te da en pleno invierno, en alguna tarde que te
esperanza, susurrandote, que la primavera está por llegar.
el
olor de las hojas que cayeron y lo frio pero impactante al tacto del
sentir tu mano sobre mi mano que a la vez posa sobre un arbol con su
caracteristica dureza.
tu pies no serían pies, sino serían ese
ruido de caminar sobre hojas en otoño, de patear una pelota o, en el
peor de los casos, el característico sonido de quien arrastra sus pies.
crónica de una caída anunciada.
tus labios serían, entonces, un tacto dulce que parece constantemente pedir más. sería también esa actitud caprichosa.
o tus orejas podrían ser un laberinto por donde entran las más dulces de mis palabras
tu pelo un infinito bosque donde mis manos se pierden
y todo tu fisonomía emanaría aquel suspiro
de paz
que tiene un aroma indescriptible
que supera
el olor a navidad
sería un poco como que vos olés a amor
Comentarios
Publicar un comentario