yo no nací para responder tus dudas

me preguntas qué somos, y la verdad que no sé. estoy segura que como vos miles vagaron buscando la respuesta a la incógnita más longeva de nuestro existir consciente. y sé que no te referis a eso, que no querés saber qué somos en gran escala, sino qué es esta mínima parte que nos vincula, si tiene nombre, si tiene sentimientos, y si siente a la vez que vos. 

qué somos. 
qué sentís. 

si vos y yo no sentimos lo mismo, entonces; dónde puedo encontrar alguien que sea como vos pero que se acople a mí? siento que me preguntas. 
me parece hipócrita decir que no analizo lo que siento, porque lo hago sobre absolutamente todo, sin embargo, discúlpame, debo decirte que es así, no analizo lo que siento. en parte debe ser porque no quiero enfrentarme a ello. 

las palabras pueden darte una libertad inigualable, comprenderte y reivindicarte, como pueden esclavizarte. si te digo qué somos, qué siento, en rasgos generales y con palabras bonitas que son lenguaje universal, no estaría, entonces, impidiendo el flujo natural de las cosas, que sabe desarmarse y armarse a su manera?
hay un más allá que no podemos controlar y está sucediendose. 

quiero evadir muchas cosas, si me fuese posible, por qué no impuestos? pero esto no. 

a menudo me pregunto también qué somos. me aterra pensar que quizá solo somos dos seres que buscan llenar un vacío y cumplir un rol. no quiero que me quieras porque me necesitas. ni quiero ser una proyección al igual que tampoco quiero ser un fantasma de una figura familiar ausente, o la réplica. quiero que se salga de lo conocido porque solo destruyendo quienes fuimos podemos aprender a ser de nuevo. 
pero no quiero enseñarte. el aprendizaje nace de unx y de nuestras necesidades; no me gustaría que pienses, ni por un segundo, que me necesitas. 
acaso no soy solo una proyección de lo que necesitas? vas a ver en mi lo que esté latiendo dentro tuyo, pero no aún con la fuerza suficiente para manifestarse de forma auto didacta. 
no funciona así en todos?

no quiero placebos porque no los necesito. quiero y no me molesta enfrentarme a una realidad odiosa, porque tengo la certeza de que está siendo por cuenta propia, y eso me tranquiliza. saber que cuando esté o me vaya, las cosas van a seguir funcionando. la irrelevancia. 

al final todos buscamos quién nos de un poco de amor. yo solo quiero reírme y que me acaricien el pelo. no responder cuestiones existencialistas, sería demasiado atrevimiento de mi parte.

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