al final fluctuo siempre entre quien soy, quien quiero ser y quién fui.
¿qué tengo, de eso que ya no tengo? doy vueltas sobre la misma ambigüedad.
esos dos extremos que te atan, continuamente, a lo tibio.
mira, no podría mentirte, a veces no quiero ni ser.
porque ser lleva tiempo, y dedicación, mantener quien sos cuesta.
y eso, lo de que todo fluya y que nada influya, es una mentira gigante.
todo influye, siempre.
somos un conjunto de miles de otros recursos que vimos, oímos, sentimos.
y ese conjunto agota.
porque una vez que sos, fuiste. me entendés?
como te desapegas de la imagen que formaste durante todos tus años de vida social? imposible.
quizá ni sos eso que creen que sos, pero está ahí, plantado en la psique ajena, y de ahora en más, quien sos le pertenece a ellos, no hay nada que puedas hacer que te devuelva lo auténtico de saber realmente como sos. sos lo que los demás creen.
confundimos mucho todo.
a veces quiero agarrar todo e irme a la mierda, o no agarrar nada, comprarme un pasaje e irme a tandil, sierra de la ventana, o cualquier lugar donde no ser nadie sea mi privilegio, donde nadie me conozca, donde no tenga que mantener una rutina tan apresaria.
al final del día pocas cosas son nuestras. mismo ayer, pensaba que cómo podía ser que si extrañaba tanto tu tacto, éste te pertenezca. porque puedo jurarte que lo valoro tanto, que por justicia debería ser mío, lo merezco más. tus manos son tuyas, pero si solo me dan calor a mi, no deberían ser más mías que tuyas? e igualmente están ahí, pegadas a vos, alguien con quien no hablo, con quien no me relaciono.
es injusto, triste e ilógico, que lo que más nos una con quiénes creemos ser ni siquiera lo generemos nosotros mismos. y ahí fallo yo, por permitir que otro cuerpo me represente más que el mío que es  donde habita mi piel, vivencia de dolores que solo yo conozco.
no sé en cual ando, pero sin dudas hoy entiendo que la panza de mi vieja es el único lugar al que quiero volver.



Comentarios